El virus Jerusalem o Jerusalén, también conocido como Viernes 13, es uno de los más destacados en la historia de los virus informáticos. Su descubrimiento y aislamiento en 1987 por la Universidad Hebrea de Jerusalén tuvo en vela a cientos de usuarios, que desconocían por completo que los computadores también podían ser enfermados por “virus”.
Este virus se autoinstalaba en la RAM de los computadores, tomando el control de las interrupciones entre las 8:00 y las 21:00. Desde allí afectaba únicamente a los archivos .EXE y COM.
Su descubrimiento se produjo gracias a un fallo en la estructura vírica por la que Jerusalén no detectaba los archivos .exe que ya había infectado, por lo que se enzarzaba en un bucle, re-infectando una y otra vez los mismos archivos. Cada vez que el usuario abría un archivo, Jerusalén se incorporaba a él, haciendo que este aumentara su peso en 2 KB, creciendo cada vez más hasta que el sistema operativo MS-DOS fuera incapaz de soportarlo, ya que en esa época la RAM no sobrepasaba los 640 kB y los discos duros promediaban entre los 20 y 30 MB.
Aparentemente, los efectos del virus Jerusalén no parecían devastadores, pues solo ralentizaban los procesos realizados por el usuario mientras trabajaba con archivos instalados en su ordenador.
Recuperado de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Jerusalem_(virus_inform%C3%A1tico)
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