Este virus se autoinstalaba en la RAM de los computadores, tomando el control de las interrupciones entre las 8:00 y las 21:00. Desde allí afectaba únicamente a los archivos .EXE y COM.
Su descubrimiento se produjo gracias a un fallo en la estructura vírica por la que Jerusalén no detectaba los archivos .exe que ya había infectado, por lo que se enzarzaba en un bucle, re-infectando una y otra vez los mismos archivos. Cada vez que el usuario abría un archivo, Jerusalén se incorporaba a él, haciendo que este aumentara su peso en 2 KB, creciendo cada vez más hasta que el sistema operativo MS-DOS fuera incapaz de soportarlo, ya que en esa época la RAM no sobrepasaba los 640 kB y los discos duros promediaban entre los 20 y 30 MB.
Aparentemente, los efectos del virus Jerusalén no parecían devastadores, pues solo ralentizaban los procesos realizados por el usuario mientras trabajaba con archivos instalados en su ordenador.
Recuperado de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Jerusalem_(virus_inform%C3%A1tico)
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